Errores fatales al presentar un libro en un concurso literario

¡Hola! Soy Richard Sabogal y en esta oportunidad te quiero hablar de los errores que se cometen cuando presentas un libro a concurso.

Presentar un libro en un concurso literario requiere además de historias que impacten en el jurado y les atraiga, otra serie de precauciones para que el libro no termine descartado.

Si sabes de concursos, debes haber deducido que los concursos tienen una fuerte influencia por lo que les gusta a los jurados, ellos además de ver obras que valgan la pena en el sentido de historia y libre de errores de escritura, también se quedan con aquellas que les guste.

Pero para que una obra le guste a un jurado tiene que estar bien hecha. Una vez le escuché decir a José Pulido, poeta y escritor venezolano que él toleraba 3 errores, pero que tenía colegas que no pasaban ni 1.

Por eso, aquí te dejo los errores fatales que debes evitar.

Que no cumplas las bases del concurso literario

concurso literario

Si te presentas en un concurso literario, te debes molestar por leer detenidamente las bases que no están allí de gratis, tienen una función, debes cumplirlas a rajatabla, eso aumenta mucho las posibilidades de ganar.

En mis tiempos de organizador de concursos, te sorprendería que más de la mitad de los concursantes quedaban descalificados por no cumplir las bases, errores tan graves como mandar sus datos personales pegados en la obra y no en un documento aparte.

No cumplir las reglas de gramática y ortografía

Suena obvio, pero pasa mucho. Si quieres ganar un concurso tienes que saber escribir. Lo más elemental, que juntes las letras siguiendo reglas de ortografía y combinar las palabras con sentido. He visto muchos concursantes con errores elementales, es que ni pasar el corrector de Word. Ni hablar de acentos o comas.

Esto es elemental cuando quieres saber cómo participar en un concurso literario y ganar.

Que no cuides el estilo

Escribir es saber explicar, que cuente grandes historias de forma sencilla y no que se busque palabras enrevesadas para intentar emular un estilo que murió hace dos siglos. Frases recargadas que cuesta saber de qué trata la historia o una diarrea de adjetivos que satura.

Cuidado, que sencillo no es que escribas simple. Si repites las mismas palabras todo el tiempo y usas verbos débiles e inexpresivos, entonces vas a tener a un jurado viendo libros bobos sin vida.

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Inicios aburridos

La primera línea tiene que enganchar. Tengo el vicio de ver las primeras líneas en las librerías, si no me atrapa voy por otro. No es necesario que hagas uno como el de Cien años de soledad o Lolita, pero por lo menos no debe ser aburrida.

Si te pones a hacer descripciones aburridas o el ambiente, es algo que generalmente es un error.

Lo que narres tiene que cumplir una función en la historia y no que se hable del clima, a menos que sea relevante: El cielo agrupó las nubes y comenzó a diluviar, el fin del mundo se acercaba y Matías sabía que ese día moriría.

Recuerda, estás compitiendo por la atención del jurado del concurso literario.

Desarrollo pésimo

Después están los participantes que tienen muy dentro lo de la frase inicial impactante, pero no pueden mantener el nivel después que escriben. Se nota que tienen una buena historia, pero no han sabido cómo plasmarla y eso es lamentable.

También están aquellos que creen que un relato corto es que resumas una historia más larga o que cuentes una anécdota, por lo que el texto carece de tensión narrativa.

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Los participantes que se ponen a reflexionar sin historia como hilo conductor.

En estos casos el problema es que no han entendido que si el género no lo permite, como que es una novela introspectiva por ejemplo, que sí permite esto, claro si está bien hecho, sino que se ponen a hacerlo en un relato, entonces son descalificados.

Final fallido

Lo malo de un buen inicio y desarrollo es que si al final no está a la altura, va a decepcionar. Solo los que encuentren que las tres partes resulten atractivas, pueden ganar el premio.

Trucos para ganar un premio literario

Ganar un premio literario puede ser un logro emocionante y gratificante, pero el proceso es altamente competitivo y depende en gran medida del juicio subjetivo de los jueces.

Leer las reglas detenidamente

Asegúrate de comprender completamente las reglas y pautas del concurso literario al que planeas presentarte, pues cada concurso tiene sus propios requisitos y restricciones, y es esencial cumplir con todos ellos.

Seleccionar la categoría correcta

Asegúrate de presentar tu obra en la categoría adecuada y que cumpla con los criterios específicos que requiere.

Conoce a los jueces

Investiga sobre los jueces del concurso si esta información está disponible. Comprender sus preferencias y gustos literarios puede ayudarte a adaptar tu obra o elección de género.

Edita y revisa tu obra

La calidad de la escritura es fundamental. Dedica tiempo a editar y revisar tu obra en busca de errores gramaticales, ortográficos y de estilo. Considera obtener opiniones de lectores beta o de un editor profesional.

Tema relevante

Aborda temas relevantes y significativos en tu obra. Los jueces pueden ser atraídos por trabajos que traten problemas sociales o temas universales.

Seguir las instrucciones de presentación

Asegúrate de presentar tu obra de acuerdo con las pautas del concurso. Esto puede incluir el formato de presentación, la longitud específica o los requisitos de envío.

Envío temprano

No dejes tu presentación para el último minuto. Envía tu obra con suficiente tiempo de anticipación antes de la fecha límite para evitar problemas técnicos o errores de último momento.

Puedes ganar los concursos literarios si evitas estos errores frecuentes

Lo que nadie te cuenta de los concursos literarios, es que muchos de los participantes mueren antes de comenzar. Antes que el jurado comience a revisar las obras, hay un filtro previo, los que no cumplan con lo mandado en las bases queda fuera.

Así, solo llega a manos del jurado las obras que sí cumplieron y que no tienen datos de contacto. Ellos, comienzan a revisar y allí se va dando otra especie de filtro, van eliminando los que ni de broma ganarán, los “posiblemente” y los buenos.

De ese modo siguen leyendo, filtrando y reduciendo la cantidad, al final se van quedando con los mejores, que son a los que dedican lecturas más detalladas.

Al final, cada uno tiene los preferidos y se reúnen, comienzan a deliberar y es ahí donde resulta el ganador.

¿Ya ves lo importante que es evitar estos errores en un concurso literario?

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