Un gran regalo es editar libros en memoria de un amigo. Todos tenemos a ese ser que le encanta escribir y tiene obras que nunca ha sacado a la luz.
Un día, la vida le avisa que tiene que irse, cumple el ciclo y le toca partir a otro plano, sus obras quedan allí, olvidadas, tú puedes salvarlas.
¿Qué haces para rescatar esas obras?
Si tienes la suerte de ser cercano a la familia, con acceso a sus cosas o ellos te cuentan que allí quedaron sus obras relegadas y seguramente nadie las podrá leer, solo hace falta tu intención de editarla y publicarla.
Para hacerlo, si cuentas con el conocimiento de edición, publicación y todo el proceso necesario para sacar un libro, lo haces tú, en caso de no tenerlo, entonces contrata a un profesional que te ayude en esa tarea.
Él te ayudará a corregir su escritura, cuidando la esencia del autor, colocando los detalles que tú comentes y haciendo del libro una obra que merezca estar en estanterías.
Mi consejo para que elijas ese libro, en caso de que tenga muchos, es que pienses en tu amigo y te preguntes cuál hubiera querido publicar, a lo mejor siempre habló de esa novela de amor que escribió despechado y quiere tanto, del poemario que dedicó a su madre o de esa novela que tanto quiere porque la considera su mejor trabajo.
Si eres un amigo cerca, seguramente conoces cuál es su trabajo más querido, ese es el que deberías publicar.
En caso de desconocer esa información, seguramente algún familiar la sabe, así que elige y comienza el proceso de edición.
El proceso de edición
Para editar libros en memoria de un amigo, tienes que conocer detalles de su vida, a lo mejor pensar en cómo le hubiera gustado el libro, tal vez era amante de los paisajes, entonces una portada con un paisaje e incluso pudo ser pintor también, entonces elegir una portada con una pintura suya sería el mejor regalo.
La clave es que trabajes junto con un editor en tratar esa obra con todo el respeto posible, buscando que el libro termine tal como lo hubiera querido el autor o al menos muy cercano, que sea un digno homenaje para él.
No sabemos lo que hay al otro lado de la vida, tal vez esa persona reencarnó en alguien más y ni se entere del gesto o a lo mejor desde algún lugar ve con una sonrisa cómo ese libro por fin vio la luz.
Sea lo que sea, para quienes se quedan, queda ese recuerdo hermoso, ese detalle importante que es que el libro salga a la luz y lo conozcan los seres queridos, los amigos y que el nombre de esa persona perdure para siempre en una portada, quede inmortalizado.